El conocido como caballo frisón es una raza que tiene su origen en Frisia, una provincia de los Países Bajos, y de la cual coge el nombre. Es conocido también con los nombres de frisian o friesian.
El caballo frisón se caracteriza por su cabeza, con una cara muy expresiva y con una forma alargada, con orejas pequeñas y erguidas, así como por su pelo, tanto el del cuello como el de la cola, que es muy denso y abundante, encontrándose trenzado en muchos ejemplares. También las patas tienen abundante pelo.
El peso de un caballo frisón es, de promedio, de entre 800 y 900 kilos, mientras que su altura, hasta la cruz, se establece entre 1’65 y 1’75 metros.
En lo que se refiere al pelaje, este caballo es siempre de color negro azabache, con algunas excepciones de color marrón, y nunca tiene manchas.
El frisón es un animal con muy buen carácter y muy tranquilo, y ha sido usado a lo largo de la historia para numerosos menesteres, como caballo de tiro, para la guerra o incluso en el circo. Además, es una especie que suele frecuentar mucho las exhibiciones ecuestres, donde cautiva al público sobre todo por su trote, con su elegante movimiento de rodilla y cabeza.
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