Las focas son mamíferos pertenecientes a la familia de los pinnípedos, es decir, que están adaptados para la vida acuática.
Las focas viven sobre todo en zonas de los océanos Atlántico y Pacífico, Mar de Noruega, Mar de Barents y Mar del Norte, y las encontraremos cerca de la costa. Se caracterizan por sus extremidades, que están adaptadas para la natación. Las anteriores tienen forma de aletas, planas y cortas, y las traseras están fijas, sin que sea posible la retracción.
Otra de las características de las focas es que no tienen orejas. En cuanto a su pelaje, es muy corto y muy denso, existiendo algunas especies que carecen por completo del mismo.
Las focas se defienden del frío gracias a la considerable capa de grasa que tienen debajo de su piel, y son animales capaces de bajar a considerables profundidades marinas, así como de nadar distancias muy largas.
En contra de lo que muchos creen, no viven en colonias, sino que suelen hacerlo en pareja o en grupos poco numerosos.
El peso medio de la foca es de entre 100 y 130 kilos el macho, mientras que la hembra es algo más pequeña, y suele pesar entre 80 y 100 kilos. En cuanto a su longitud, es de 1’80 en los machos y 1’60 en las hembras.
Se alimentan de los productos del mar, peces, mariscos y crustáceos, y su esperanza de vida es de 20 años para el macho y de 30 para la hembra.
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