Cada vez son más las personas que deciden dar un vuelco a su vida, siendo uno de sus objetivos dejar de lado el sedentarismo que durante años ha imperado en ellas y dedicar más tiempo al ejercicio. Muchas de dichas personas, a la hora de decidir qué deporte van a practicar, suelen optar por correr, ya que se trata de una actividad con muchas ventajas y fácil de llevar a la práctica. A ello ayuda el hecho de que para correr no se necesita ningún equipamiento que nos obligue a inoportunos desembolsos.
Otra ventaja es que no tenemos ninguna necesidad de apuntarnos a ningún centro ni de buscar ningún tipo de pista deportiva, ya que podemos correr en cualquier lugar, como puede ser la playa o un parque. Además, el hecho de que se trate de un deporte individual nos facilita también mucho las cosas, ya que no dependemos de otros compañeros para poder entrenar o no.
Al empezar a correr es de suma importancia que nos lo tomemos con calma, no intentando recuperar en dos días el tiempo perdido, ya que en este caso no sólo no alcanzaremos nuestra finalidad sino que además correremos graves riesgos de lesionarnos.
Deberemos evitar los sobresfuerzos, e ir habituando nuestro cuerpo al ejercicio poco a poco. De hecho, el primer día debería consistir en una simple toma de contacto, corriendo durante poco rato y en un ritmo muy suave, y deteniéndonos así que aparezca el agotamiento. Muy aconsejable al empezar es alternar el correr y el andar, es decir, correr por ejemplo durante 5 minutos y los dos siguientes hacerlos caminando, intentando, poco a poco, que cada vez sea más el tiempo de carrera.
No hay comentarios, Escribe uno!