No debemos olvidar que, a pesar de vivir en el medio marino, las ballenas son animales mamíferos, y que no respiran dentro del agua, sino que han de tomar el aire del exterior, como nosotros.
Las ballenas, al igual que el resto de cetáceos, tienen, en la parte superior de la cabeza, unos orificios que son conocidos con el nombre de “espiráculos”, a través de los cuales recogen el aire del exterior, que es conducido hasta los pulmones.
Los espiráculos pueden ser cerrados o abiertos a voluntad por la ballena. Cuando quiere sumergirse los cierra, y ello le permite contener la respiración bajo el agua, donde puede permanecer sin tomar aire, dependiendo de su tamaño, entre 20 minutos y dos horas.
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