La mayoría de nosotros hemos experimentado alguna vez lo dolorosa que resulta una picada de abeja. También sabemos que dicho animal muere tras habernos picado. Lo que quizás mucho no sepamos es el motivo de ello.
Empezaremos aclarando que las únicas abejas que pueden picarnos son las obreras, ya que la reina no se mueve de su panal, y los zánganos no disponen de aguijón.
Aclarado esto, cabe también comentar que es muy posible que nos pique una abeja si nos encontramos cerca de la colmena, ya que su misión es defenderla, pero que raramente nos picará en otro lugar, a no ser que la pisemos o le demos algún golpe. También puede ocurrir que, sin hacer nada, la abeja sienta la sensación de que va a ser atacada y nos pique.
El motivo de la muerte se debe a que, al picar y dejar enterrado el aguijón en nuestra piel, ya no lo puede sacar, al carecer de fuerza para ello. El aguijón lo deja atrás, y ello le produce un desgarro abdominal, al dejar también parte de sus músculos, nervios y aparato digestivo, lo cual le produce la muerte.
Cuando la abeja pica a algún animal de piel muy endeble, no tiene ningún problema en extraer su aguijón, por lo que no muere.
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