A veces nos da la sensación de que tenemos la barriga hinchada. Se trata de una experiencia molesta y desagradable, ya que cuando esto nos ocurre nos sentimos pesados e incómodos, llegándonos incluso a apretar la ropa.
La principal causa acostumbra a ser el haber comido de manera excesiva. Pero de hecho las razones pueden ser muy variadas, aunque prácticamente todas están, de una u otra manera, ligadas con la alimentación.
Hay personas que sufren este problema con mucha frecuencia, incluso algunas a diario. En estos casos, las razones posiblemente estén entre las que relacionamos a continuación.
- Una dieta pobre en fibra, en cuyo caso deberemos intentar consumir más alimentos ricos en ella
- Retención de líquidos, que podemos evitar con una dieta baja en sal, bebiendo mayores cantidades de agua y tomando alimentos diuréticos, como puede ser el zumo de piña
- Digestiones lentas, en cuyo caso deberemos evitar las comidas pesadas para que la digestión sea más rápida
- Enfermedad de Crohn, generalmente en su fase más aguda
- Intolerancia a algunos alimentos, como ocurre con las personas que no toleran el gluten o la lactosa
Como siempre, si tomando estas precauciones los síntomas persisten lo mejor es acudir a un especialista.
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